Pareciera que sólo las mujeres son las que tienen dramas a la hora de la cama, pero aunque no lo creas no es así. Ellos también tienen sus temores, que los hacen convertirse en témpanos de hielo.
Veamos cuáles son las más comunes:
El tamaño: Gran parte de los hombres no está a gusto con el tamaño de su pene, ya sea porque creen que es muy pequeño o porque lo consideran demasiado grande. Ellos tienen que saber que realmente el tamaño no importa. “Más vale pequeño y juguetón que aburrido y grande”. Sin duda la clave no está en el tamaño del pene, sino en el talento del ejecutante.
Las expectativas de las mujeres: Muchos hombres les preocupa el hecho de tener relaciones sexuales ya que para muchas mujeres el sexo es un hecho significativo, ya que ellos temen que ellas esperen un compromiso por parte de ellos. Por eso para evitar malentendidos debemos saber que expectativas tiene cada uno y recién ahí lanzarnos a la cama.
El tiempo: La típica pregunta, ¿duraré lo suficiente?, ¿podré contenerme más de cinco minutos? Para muchos hombres el tiempo es tirano. El mejor consejo es que te tranquilices y te dediques al juego previo de manera que cuando vayan a la penetración, la mujer esté excitada. Si creen que les será difícil mantenerse, mastúrbense antes de hacerlo.
Embarazos no deseados y ETS: Es normal, todos tienen esa preocupación, la única forma de acabar con el temor es usar el preservativo.
Pérdida de la erección: A todos les pasa, y puede ser consecuencia del estrés, cansancio, fatiga. El mejor consejo es que focalicen el placer en todo el encuentro (caricias, besos, juegos previos) y no crean que todo depende del pene. Recuerden que no sólo el pene puede darle placer a una mujer.
El ex: Si aunque no lo creas, esto también los abruma a ellos, ¿y sabes por qué? Porque ellos son super competitivos. Ellos estarán pensando ¿su ex lo habrá tenido más grande?, ¿Será que el otro le dio más placer? Etc.
Si quieres ayudar a tu pareja, te aconsejamos que no caigas en el error de comparar, y en el momento del encuentro hazlo sentir el mejor.
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