Este saber milenario, maneja la denominada energía sexual del individuo para alcanzar el éxtasis. El tantrismo utiliza una serie de técnicas para prolongar el placer sexual (bhoga) y retardar el orgasmo, lo que lo convierte en muy atractivo para Occidente, donde el sexo, muy orientado al placer masculino, se ha convertido en un deporte a contrarreloj.
En la filosofía tántrica, no hay superioridad de un sexo y no hace distinción entre lo puro y lo impuro, la belleza y la fealdad, el bien y el mal. Al igual que en la concepción taoísta de Yin-yang, los polos opuestos se complementan para configurar el proceso de lo divino. También considera que la eyaculación es un derroche de energía y enseña a sus seguidores a experimentar el orgasmo sin la emisión de semen. Incluso, hay corrientes que recomiendan el celibato para evitarla.
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