En principio estar embarazada no es ningún impedimento para disfrutar de la sexualidad, incluso no existe ninguna razón fisiológica que lo impida ni mucho menos el feto va a sufrir daño, ya que éste se encuentra ubicado en el útero, donde el pene no puede llegar.
Lo que si puede tener problemas, es la posición que puedan adoptar las encintas al hacer el amor, ya que en una gestante avanzada, la tripa puede obstaculizar el coito. Lo más cómodo en este caso, sería hacer el amor de espaldas o de lado.
Las molestias del principio como las náuseas, o del final, el cansancio, pueden hacer que durante el primer o tercer trimestre de embarazo, algunas mujeres si vean disminuido su apetito sexual. El mayor volumen de su cuerpo y las nuevas formas que presenta también pueden provocar cierto pudor al acto sexual.
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