Los tratamientos de fertilidad pueden funcionar, pero hay casos donde no es tan fácil, por lo que debes saber algunas cosas para estar informada sobre si realizarlo o no.
A medida que envejeces son menos efectivos: Uno de los tratamientos más usados es el de la fertilización in Vitro (FIV). Los óvulos se fertilizan por los espermatozoides fuera del cuerpo de la mujer y lo embriones resultantes se implantan en su útero. Mientras más edad tengas al comenzar el FIV, tienes menos probabilidades que logres tener un bebé. Si tienes menos de 35 años las probabilidades son de un 50%, a los 38 años bajan al 35%. Cuando llegas a los 40, disminuye a un 20%, en tanto a los 43 años, sólo hay un 8% de posibilidades de quedar embarazada por ciclo.
Existen efectos secundarios: La FIV no es la única opción. Existen otros tratamientos como medicinas que aumentan la ovulación, inseminación intrauterina y usar óvulos de una donante (FIV con los óvulos sanos de una mujer más joven). Pero estos procedimientos también tienen un nivel de éxito diferente una vez que estás en los finales de tus 30 e inicio de los 40 años. Estos tratamientos suelen ser incómodos y provocar efectos secundarios como cambios de ánimo, ansiedad, inflamación entre otras.
Son costosos: Los tratamientos de fertilidad son costosos para el cuerpo y también para tu bolsillo. En nuestro país lamentablemente no existen isapres ni seguros que te ayuden, por lo que tendrás que pagarlo de manera particular. Generalmente los precios oscilan entre el millón de pesos y los siete, según el lugar.
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