En esta postura la mujer estará acostada de espalda, ligeramente sobre el costado, apoyará sus piernas sobre la cadera de su pareja. El hombre puede entonces guiar su pene para penetrarla con suavidad. Ella deberá entonces comprimir los muslos para conservar el pene bien asentado y maximizar las sensaciones. Si no comprime bien el pene puede salirse en varias ocasiones y generar pausas en la relación sexual.
Las ventajas de la posición son variadas, entre ellas que es original para hacer el amor con suavidad, sin prisas, y es recomendada para el amor tántrico. Sin duda es para parejas más osadas en el ámbito sexual.
Lo único malo es que se pueden realizar movimientos limitados, y como dijimos anteriormente riesgos de salida involuntaria del pene si no está correctamente apretado.
Dejar una contestacion