Se debe estar sobre una superficie sólida y equilibrada, o por lo menos que no se desestabilice con facilidad. La mujer se sienta encima de las rodillas de él, quien está en cuclillas.
Se recomienda que el hombre apoye su espalda, si es que éste no posee un buen estado físico.
Esta pose es una de las más originales, pero lamentablemente se necesita una buena resistencia muscular, ya que el desgaste, especialmente en el hombre, es enorme.
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