Ya sea con pareja fija o aventurándose por la vida, es necesario tener ciertas reglas o bases en torno a los cuidados de la vida sexual.
Adquirir alguna infección o enfermedad de transmisión sexual (ETS) puede llevarte de pasar un muy mal rato a arruinarte completamente la vida a ti y a otros.
Siguiendo cinco fáciles normas, reduces enormemente el riesgo de sufrir problemas originados en la cama.
- Usa condón siempre: los condones de látex otorgan la mejor protección en contra de los contagios de tranmisión sexual.
- Habla con la pareja antes de hacerlo: honestidad, ante todo. Hazle saber qué cosas te preocupan y cuéntale tu historial sexual y motiva a que también lo haga. Además, plantea directamente cuáles son tus necesidades y expectativas sexuales y no dejes que tu pareja se las calle.
- Mantente saludable: Hazte un chequeo médico de ETS cada año e intenta mantener un sistema inmune óptimo, con buena alimentación, ejercicio y sueño y sin abusar de alcohol, tabaco o drogas.
- Si crees que tú o tu pareja tienen una ETS: primero, ve a un especialista para testearte, diagnosticarte y tratarte. Averigua si tu pareja también necesita tratamiento. Sigue el plan de acción al pie de la letra y no hasta que tú creas que estás saludable. Además no compartas tus medicinas ni las consigas de otra persona y mantén total abstinencia hasta que la infección haya sido controlada.
- Mantén el control: el alcohol y las drogas pueden alterar el buen juicio y autocontrol. Si no eres capaz de mantenerte responsable bajo sus influencias, no consumas.
Finalmente, como un extra, mantén absoluta honestidad y apertura con tus especialistas, pues callar algo por verguenza o descuido, puede ser la diferencia entre salvarte la vida y sucumbir ante una ETS.
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