El collar: símbolo de sumisión o esclavitud. También pueden usarse esposas o cuerdas, cualquier tipo de “Bondage” o atadura que el amo o miembro dominante crea oportuno. La excitación que genera el juego de la atadura implica que el sumiso se libera de la responsabilidad del acto, se inhibe y deja que sea el amo o dominante el que tenga la responsabilidad en el acto sexual.
Látigo: elemento para mostrar el poder y dejar claro quien es el miembro dominante. En cualquier Sex Shop podemos encontrar una amplia variedad para poder aplicar distintos niveles de dolor.
Vocabulario: ya que las prácticas del sadomasoquismo implican fantasías sexuales de dominación, el lenguaje de protesta suele ser muy común (“ya basta”, “para”…). Igual que la pareja hace el repartimiento de rols, debe acordar vocabulario para indicar que se quiere parar la práctica. Esta palabra de seguridad sirve al sumiso o esclavo para designar al amo que ya no quiere seguir siendo maltratado por ejemplo “amarillo” o “”rumba”
Golpe en las nalgas: una de las formas típicas de dolor. Al ser una zona acolchada produce dolor de una manera excitante y sin hacer mucho daño, lo que lo convierte en un básico en el mundo del sadomasoquismo.
Mordiscos y pellizcos: algunas personas disfrutan al probar su resistencia al dolor. Puedes empezar suave con besos y caricias y seguir más fuerte con un pellizco. El no saber cuándo va a subir la intensidad provoca una excitación en el esclavo.
Dejar una contestacion