Una docena de camiones, decorados con los colores del arcoiris y tocando música electrónica a todo volumen dio inicio a la fiesta del 17º desfile del Orgullo Gay, que este año esperaba reunir a 1,5 millones de personas, según sus organizadores.
“Todos tenemos un mismo objetivo: llamar a la paz y la no homofobia”, explicó Claudio Nascimento, superintendente de Derecho Individuales y Colectivos del estado de Rio de Janeiro. “Y estamos mandando un mensaje al Congreso para que convierta en crimen la homofobia, como lo es ya el racismo o la intolerancia religiosa”, añadió.
“Hay un grupo religioso muy poderoso en el Congreso que impide el avance de la ley (…) Hay un discusión sobre paz, pero se excluye a la comunidad homosexual que sufre de discriminación”, lamentó Julio Moreira del Grupo Arcoiris, responsable de la organización del desfile.
“Cada día un homosexual es asesinado en Brasil. En Rio, 70% de los homosexuales ya fue discriminado de alguna forma. La situación es caótica”, complementó Nascimento.
Otro grupo protestó la noche del sábado en Sao Paulo por la agresión a un homosexual en la transitada avenida Paulista que lo dejó con trauma craneal y una pierna fracturada.
Por otro lado, el movimiento gay conmemora su más reciente “victoria”, la legalización de la unión civil entre parejas del mismo sexo. “Fue una conquista nacional para todos los brasileños”, indicó el responsable gubernamental.
En mayo, el Supremo Tribunal Federal (STF) reconoció la “unión estable” de personas del mismo sexo como entidad familiar.
Dejar una contestacion