El semen nunca deja de producirse. En un hombre sano, el semen no desaparece nunca, sin embargo puede disminuir la cantidad promedio, pero nunca llegar a la desaparición. El cuerpo continúa produciendo todos los elementos que componen el fluido eyaculatorio a lo largo de toda la vida de los hombres.
En tanto lo que si puede disminuir o desaparecer es la posibilidad de que el semen sea capaz de fecundar, es decir, que no existan espermatozoides fértiles.
Un mito antiguo decía que masturbarse con frecuencia tenía la consecuencia de disminuir la producción del semen, sin duda algo fuera de la realidad, ya que si hay alguna relación entre la masturbación y la producción de semen es contraria, esto porque un organismo sano produce semen todos los días, por lo que la descarga del mismo, sin importar su frecuencia, da lugar a la producción de nuevo semen.
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