Muchos hombres por miedo a quedar en vergüenza quieren controlar la eyaculación pero es imposible ya que es un reflejo o se deja ir o se inhibe, no se controla. Es como si quisieras controlar un estornudo.
Quizá una de las prácticas que más daño hace a la relación sexual es el deseo de ellos por controlar la eyaculación o bien la fantasía de hacer que una mujer logre tener un orgasmo durante el tiempo en que dura la penetración. Ambas cosas a veces se vuelven imposibles y peligrosas, ya que dañan la próstata y pueden producir cáncer en los hombres.
Así que el mejor consejo es a tener un buen preámbulo antes de la penetración, para que ella logre tener un orgasmo antes que la penetren, esto se puede lograr realizándoles sexo oral, buenas caricias en sus zonas erógenas y sin duda estimulando de la mejor manera el clítoris ya sea con la lengua o con las manos.
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