A medida que se van descubriendo los puntos erógenos del ser humano se van publicando libros, artículos, reportajes, entre otros estudios que avalan la existencia de estos puntos, mientras que otros los desacreditan, por lo que no hay un consenso al respecto, sin embargo el indagar en la pareja sería una buena opción para descubrirlos, más que seguir al pie de la letra lo que los estudios afirman.
Si bien hace años atrás la vagina no tenía mayor relevancia en el placer sexual de la mujer, investigaciones han descubierto que en ella se haya un mundo por descubrir para el placer sexual, por lo que ahora se habla de ella como un órgano sensiblemente erógeno en su totalidad.
Para los hombres, en tanto, además del pene y los testículos, se ha descubierto que una zona erógena sería la próstata, por lo que idear juegos y aplicar imaginación sería la clave para producirles mayor placer a tu compañero.
Los puntos erógenos como referencia para conocer el misterioso mundo de la vagina y la próstata como puntos máximos de excitación son:
Ellas
El punto A: Presentado en sociedad el año 1993 por el doctor malayo Chau Chee Ann. Se trata de la zona conocida como AFE (Anterior Fornix Erogenous) -fórnix erógeno anterior-, que estaría ubicada en la pared delantera de la vagina, donde empieza a curvarse. Según su descubridor, estimulando el punto A se puede erradicar los males de la anorgasmia y sequedad vaginal. La popularidad del hallazgo le ha valido, incluso, tener su propia página web.
El punto G: Se encuentra, al igual que el A, en la pared frontal de la vagina, arriba del hueso del pubis. Fue presentado el año 1950 por el ginecólogo alemán Ernest Grafenberg, como la zona capaz de provocar una sensibilidad inimaginable durante el acto sexual. Y para las mujeres que definitivamente creen que en su cuerpo no se localiza tal punto, existe el G-Shot, una inyección de silicona o colágeno que al ser infiltrada en la zona en cuestión, aumenta su volumen, haciéndola más ubicable y sensible.
El punto K: Corría el año 1998 y la terapeuta sexual Bárbara Keesling daba a conocer su “pasaje misterioso”, el punto K (por su apellido). La autora de “Cómo hacer el amor toda la noche” y “El súper orgasmo sexual” presentó una zona que podía dotar de un intenso placer, sin necesidad de ser una experta en la cama. El lugar se encontraría al final de la vagina, próximo al cuello del útero.
El punto U: Le debe su nombre a la uretra, ya que se encuentra muy cercano a ella, entre el clítoris y la entrada de la vagina. Su descubridor fue el profesor de fisiología y urología de la Northwestern University Medical School, Kevin McKenna, quien lo presentó en 1998.
Ellos
Punto G: Se trata de nada menos que de la próstata (también llamada “punto P”), pero fue bautizada como el punto G masculino por la sexóloga Beverly Whipple, quien ya en 1980 explicaba la variedad de orgasmos femeninos y masculinos. Y en el caso de ellos, serían a través de la estimulación del pene o la próstata.
Punto L: Se encuentra bajo los testículos, antes del ano y puede estimularse manual u oralmente. Sin embargo, coincide con que la zona perianal, además de la próstata, influyen como zonas altamente erógenas.
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