Se ha visto un incremento de hombres heterosexuales que quieren experimentar y explorar masajes a la próstata o practicar el pegging, que es la introducción de un juguete sexual para la estimulación anal masculina. Acá dos especialistas nos explican este fenómeno que ha ido tomando fuerza entre ellos.
Cuando se trata de sexualidad masculina, siempre se hace referencia a que el pene es la zona más erógena y sensible del cuerpo del hombre. Si bien eso es lo que se pensó durante largos años, con el tiempo se fue descubriendo que esto era una verdad relativa, puesto que el hombre tenía otra zona altamente sensible llamada próstata.
Fue así que se descubrió el llamado Punto P, que es algo así como el homólogo Punto G femenino, pero esta vez en el hombre. Se le llamó P por próstata, un órgano glandular que se sitúa cerca de la uretra, debajo de la vejiga y delante del recto.
Con el tiempo se ha descubierto que esta zona, si es correctamente estimulada, le puede generar al hombre una sensación de placer intenso y puede ayudarlo a experimentar orgasmos en dimensiones jamás antes conocidas. Esto forma parte de una tendencia sexual llamada Gender Free, es decir, libre de género, por lo que hoy lentamente se dejaría atrás estereotipos de prácticas sexuales, es decir, la idea que hay cosas que hacen los hombres, otras que hacen las mujeres y otras que hace el mundo homosexual.
Hay diversas formas en que se puede estimular el Punto P: manualmente, con la boca y lengua o también mediante el uso de juguetes sexuales que son específicos para la zona anal, una práctica que lentamente ha ido tomando fuerza entre los hombre heterosexuales y que se llama pegging, que en palabras simples es cuando la mujer penetra analmente al hombre mediante un juguete sexual o través de un arnés con un consolador.
Consultada sobre esta nueva tendencia en hombres, Natalia Guerrero, Sicóloga, Sicoterapeuta sexual clínica de Medical Sex Center y miembro de Escuela Transdisciplinaria de sexualidad www.etsex.cl , cuenta que “según mi experiencia clínica, en general, los hombres heterosexuales que juegan con el placer anal, forman parte de un grupo de hombres modernos, renovados e informados. No me ha pasado que hombres que tengan un comportamiento sexual conservador declaren abiertamente que le guste el juego erótico con estimulación de la próstata o empleo de juguetes sexuales en el ano”.
“No se trata necesariamente de hombres jóvenes, no tiene mucho que ver con la edad, sino que más bien con la apertura mental, y se trata de prácticas sexuales maravillosas porque se ha estudiado que la estimulación de esta zona, se genera placer, se ayuda a la erección y ayuda a mejorar la salud de la próstata. Ahora, lamentablemente se trata de una práctica que está cargada de prejuicios. Muchos hombres aún piensan que si estimulan su próstata o se les introduce un dedo o un juguete en el ano, esto puede traer un cambio en su condición sexual, ocasionar pérdida de virilidad o incluso generar un problema en el orden de jerarquía en la pareja”, agrega la especialista.
José Montero dueño de la cadena Sex Shop Chile, confirma este nueva tendencia sexual masculina, indicando que ha habido un aumento significativo en la compra de juguetes sexuales y arneses para la estimulación de la zona anal masculina. “Efectivamente hoy nos llegan más parejas heterosexuales que quieren innovar en su vida sexual, descubrir nuevas sensaciones”.
Por lo mismo acá las parejas pueden encontrar productos como arnés unisex con próstesis peneana y vibraciones, dilatadores anales, plugs, bolas anales y otros que tienen como fin explorar y descubrir nuevas sensaciones a través de la exploración de la próstata o Punto P.
Marisol Castillo, experta en sexualidad, parejas y técnicas psicológicas para la vida moderna. www.sexualidadcontemporanea.com consultada sobre el mismo tema comenta que “observo que hay una búsqueda por conocerse más, de reconocer más completamente su sexualidad y para romper con paradigmas que se han utilizado para restringir la sexualidad ayuda mucho la información que se tenga, la educación”.
Sobre estas nuevas formas de placer de parte de los hombres, agrega que “en mi experiencia aún es una práctica nueva. Y cuando se incorpora se hace de una forma privada u oculta. Sin embargo, de a poco se ha ido desatanizando estas prácticas y se ha ido considerando como una vivencia que se puede incorporar como parte de la exploración”.
La fantasía femenina de la penetración
La especialista Natalia Guerrero confirma que efectivamente hoy hay una mayor apertura de las parejas a incluir juguetes sexuales en la intimidad. “Hoy muchas veces se deposita la ilusión en los juguetes sexuales, como la solución a todos los problemas de la vida, de pareja o vida sexual. Hoy se ha masificado en todo tipo de estratos sociales, sexo y hasta condición sexual”, comenta.
Pero hay otro punto muy interesante y que tiene que ver con el sentir o pensar de las mujeres sobre esta forma “renovada” de los hombres de vivir su sexualidad al no tener problemas con prácticas como el pegging o la exploración de su Punto P.
“Se podría decir que son las mujeres las que están más desinhibidas con este tema de los masajes prostáticos. Hay muchas mujeres que tienen la fantasía de penetrar a sus parejas y esto es lo que más ha impulsado al mercado a la fabricación de juguetes para estas prácticas. Ahora, esta fantasía siempre ha estado presente, lo que pasa es que hay menos miedo a expresarlo. Si hubiese más información sobre esto, habría más exploración, y al final, todo esto sólo trae beneficios”, concluye Guerrero.
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