No es que los hombres no puedan entender esta cuestión, más bien todo lo contrario, pero de lo que aquí vamos a hablar son “cosas de mujeres”, que bajo un mismo código de género entendemos por haber pasado las mismas situaciones.
Seguro que si eres mujer alguna vez te has encontrado con momentos “incómodos” que hacen que no puedas concentrarte y por ende, que todo lo que vives en ese momento se elimine y aparezca en parte la frustración. Sin embargo hay otros pensamientos que nos pueden llevar al orgasmo muy fácilmente. ¿Los conoces?
- Estás teniendo sexo con tu pareja, tu chico transitorio, incluso estimulándote tú misma y de repente te imaginas con alguien que odias y como por arte de magia terminas teniendo un orgasmo sin saber porque. Si estás en pareja es mejor que nunca lo cuentes si no quieres tener algún tipo de problema.
- Vienes pasándola genial y de repente te empiezas a imaginar teniendo sexo con alguno de sus amigos, hasta quizás con el más feo de todos. En teoría parece un horror, pero muchas veces en la práctica los orgasmos con estos pensamientos han sido fascinantes.
- Ya se han quitado la ropa y han empezado con los juegos previos, él se siente que lo está haciendo mejor que nunca y tú te aburres. Quieres salir corriendo para todos lados, y no puedes pensar otra cosa que “saca tu cabeza de ahí, gracias” y se imposibilita el orgasmo.
- Vienes casi llegando al orgasmo, y empiezas a decirle que por favor no pare, de pronto deja de hacerlo. Tu frustración aparece hasta que vuelve a retomar el ritmo.
- Te encuentras teniendo sexo y de repente comienzas a imaginarlo en la misma situación pero con otras personas, llegando a pensar en él con otra chica, con otro chico, con más personas, etc El orgasmo aparece.
- Has tenido un encuentro agradable, un sexo meramente bueno, has llegado al orgasmo sin dificultad… pero sin embargo te quedas con una sensación de vacío adentro que no entiendes de donde salió, si será la persona o la ocasión.
- Han terminado su acto sexual y se ha dormido, sin embargo tu sigues muy cachonda y con ganas de más, no piensas otra cosa que querer despertarlo. Masturbarte a su lado puede resultar una de las situaciones más placenteras de todas.
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