Masturbación impulsiva: Este tipo de masturbación se produce sobre la marcha, sin que medie una gran elaboración mental o imaginativa.
Masturbación compulsiva: Este tipo se realiza mediante un proceso de duda, de verse forzado a hacer eso, pero sin quererlo, incluso luchando para evitarlo. Es bastante común, principalmente en personas con criterios morales arraigados.
Masturbación por compensación de frustraciones: Esta persona se ve sometida a decepciones que impone la vida moderna y que en ocasiones no está preparada para superar. De ahí nace una conducta de masturbación, mediante un mecanismo de indemnización, igualación o compensación, que facilita un desahogo momentáneo con el que se corrigen las dificultades por las que se atraviesa.
Masturbación que libera tensiones: Este tipo de masturbación suele darse en personas que tienen ansiedad, estrés, preocupaciones intensas entre otras cosas. En estos casos, la experiencia se acompaña de un relax que disuelve esa inquietud ansiosa interior.
Masturbación en la persona hipersexual: En este caso puede tratarse de una persona que enfoca toda su atención en el sexo, con pocos objetivos en la vida, y muy dado a un cierto machismo trasnochado consistente en contar a los amigos aventuras sexuales. Al fallar en este ámbito, recurren a la masturbación.
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