Las bolas anales son una serie de pequeñas bolas, más pequeñas que las bolas chinas, que van unidas a otras por un cordón. Algunos modelos de bolas tienen las bolas finales más grandes que las iniciales. Hoy te daremos algunos consejos, de cómo utilizarlas.
Como es de costumbre, el sexo anal necesita de comunicación, no es una zona fácil, sobre todo si no se ha realizado antes. Si vas a utilizar las bolas anales sola o en compañía, debes estar atento a lo que dice tu cuerpo o la otra persona. Debes preguntarle a tú pareja si necesita lubricante, si le duele o si quiere seguir.
El lubricante es fundamental en todos los juegos anales, además de la higiene. No utilices elementos caseros como aceites de cocina o mantequilla, existen infinidad de lubricantes íntimos que se pueden encontrar en sex shops.
La excitación es fundamental, no pases directamente a la penetración anal, debes tener un juego preliminar, estimulando las zonas erógenas.
Acariciar y masajear, con los dedos lubricados ve acariciando la zona exterior, trata de deslizar un dedo y luego otro más al interior, ayudando así a dilatar y relajar los músculos.
Luego comienza a insertar las bolas de poco a poco, y la metes y la sacas, posiblemente te fascine ver como se dilata y encoje el esfínter cada vez que pasa una bola a través de él.
Al llegar al clímax aprovecha de ir sacando las bolas, el orgasmo provoca la contracción de los músculos, así que al estar saliendo las bolas en ese momento las sensaciones se intensificarán.
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