Luego de la primera eyaculación, pon una toalla tibia sobre el pene y testículos, lo que mantendrá el área genital caliente. Esto ayudará a estimular y mantener el flujo sanguíneo en la zona genital.
Unos masajes suaves en los genitales son una buena alternativa también para mantener el flujo sanguíneo en la zona.
También debes tener en mente que no necesitas eyacular para sentir el placer de un orgasmo. Podrías prolongar la actividad sexual, si logras separar la eyaculación del orgasmo y para esto es necesario tener un buen manejo de los músculos pubocoxígeos.
Finalmente no permitas que la ansiedad te juegue en contra. Mientras más pendiente estés más tiempo tardarás para tener una próxima eyaculación.
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