Pese a que estamos en pleno siglo XXI, aún somos víctimas de mitos sexuales, que heredamos de la época de nuestros bisabuelos.
Veamos cuáles son para que ahora desterremos de forma definitiva y disfrutemos de la sexualidad en el siglo XXI sin mentiras.
Las mujeres sangran cuando pierden la virginidad: Falso, no todas las mujeres sangran la primera vez, muchas veces el himen ya está roto o ser muy elástico, y en el momento de tener sexo no se rompe y por ende no sangra.
Los hombres que disfrutan del sexo anal tienen tendencias homosexuales: Este es un mito basado en puros prejuicios. Hombres y mujeres heterosexuales pueden encontrar mucho más placer en el sexo anal. En el caso de los hombres la estimulación anal es maravillosa para estimular su punto P, que no es otra cosa que la próstata.
La pareja debe llegar junta al orgasmo para que la relación sexual sea “exitosa”: Esto no es más que un mito, los orgasmos sincronizados son de esos fenómenos misteriosos que ocurren de mil en cien.
La masturbación genera enfermedades y adicción: La masturbación es algo normal, natural y necesaria. Brinda grandes beneficios como liberar el estrés, ayuda a conocer la respuesta sexual de la persona, y a conciliar el sueño, además se aprende a controlar la eyaculación a través de su práctica. Desafortunadamente la masturbación tiene una muy mala fama, que no es para nada cierta.
Las mujeres vírgenes no pueden tener orgasmos: Claro que pueden tener orgasmos. Pregúntenle a cualquier chica virgen si cuando se masturbaba antes de tener su primera relación tenía orgasmos, descubrirán que gozaron de unos orgasmos de primera.
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