Hay cinco tipos básicos de prótesis para pene, estas son:
– Prótesis flexible.
– Prótesis maleable: Son dos cilindros que se implantan en los cuerpos cavernosos del pene, los cuales pueden colocarse en posición para el coito o bien hacia abajo para las actividades cotidianas.
– Prótesis hidráulica de un cuerpo: Se implantan dos cilindros en los cuerpos cavernosos del pene. Los cilindros contienen una solución salina estéril que se desplaza en su interior para dar rigidez o flaccidez al pene, lo que permite al portador controlar la erección.
– Prótesis hidráulica de dos componentes: Que consta de dos componentes: un par de cilindros conectados entre sí por medio de tubos, y una bomba. La bomba se implanta en el escroto, entre los testículos, y los cilindros se implantan en los cuerpos cavernosos.
– Prótesis hidráulica de tres componentes: consta de tres componentes: un reservorio, dos cilindros y una bomba, conectados entre sí por medio de tubos. El depósito se implanta bajo los músculos abdominales y detrás del pubis, y está lleno de solución salina estéril. Los cilindros se implantan en los cuerpos cavernosos del pene, y la bomba se coloca en el escroto, entre los testículos. Estas dan la opción de poder escoger unas que son recubiertas con un antibiótico que garantiza la disminución del riesgo de infección, como es el caso de la Inhibizone de AMS y la Titan de Monitor.
La elección de una prótesis depende de la anatomía del pene, del estilo de vida de la persona, las actividades que realice diariamente y también del problema que le llevó a la persona a optar por una prótesis de pene.
Debido a que cada uno de estos tipos de prótesis tiene sus propias características, es aconsejable consultar al urólogo.
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