Falta de deseo: Es frecuente en mujeres con pareja estable, las que más consultan tienen entre 30 y 50 años y llevan largo tiempo en pareja. La rutina, el cansancio, la crianza de los hijos entre otras, hacen un combo explosivo que se traduce en desgano a la hora del encuentro sexual.
Infidelidad: Es una consecuencia directa, muchas veces, del problema anterior. Hoy se da tanto entre los hombres como entre las mujeres. El varón, al sentirse rechazado en forma sistemática, busca «afuera» lo que no tiene en su casa. Pero la realidad indica que desde hace algunos años las damas también encuentran en el compañero de trabajo, el vecino o un amigo de la infancia «la oreja» para sus angustias, la atención que no le da el esposo, los mimos que le faltan a diario.
Eyaculación precoz: Se da en varones de todas las edades pero aumentaron las consultas entre los más jóvenes. Es un trastorno de la fase del orgasmo. Algunos eyaculan incluso antes de la penetración, otros lo hacen unos segundos después del coito. Casi todos los hombres lo experimentan en algún momento de su vida
Impotencia: Ya no se le da ese nombre a nivel profesional. Hoy se habla de disfunción sexual o falta de erección. Puede tener causas físicas o psicológicas. Se puede presentar a partir de los 40 años. La ansiedad, el estrés, situaciones traumáticas o simplemente el paso del tiempo pueden generarlo.
Anorgasmia: Es la imposibilidad de llegar al orgasmo durante la relación sexual. Provoca vergüenza, falta de deseo, temores. Generalmente se da por falta de información y de educación sexual, en definitiva, por desconocimiento. Incluso, señoras de 50 años o más, descubren por primera vez en la consulta sexológica, dónde tienen el clítoris y como estimularlo para sentir placer. Sólo el 25 por ciento de las mujeres logra el orgasmo durante la penetración, las demás por estimulación.
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