El tratamiento de la adicción al sexo consiste en saber y comprender la respuesta sexual de humana.
Para lograr este enfoque se trabaja con decisión en tres niveles distintos:
Control médico:
Es imprescindible. En la mayoría de los casos, a través de ansiolíticos y de antidepresivos se logra controlar el impulso sexual.
Conductual:
Se trabaja el cambio de actitudes y el control de actividades relacionadas con el sexo: como consumo de pornografía, llamadas a líneas eróticas y/o contacto con prostitutas, los cuales se tratará de cambiar por otros estímulos no sexuales, tales como: deporte, actividades de ocio, comunicación con compañeros y amigos, etc.
Psicológico:
Trabaja cambiando los pensamientos negativos que trae consigo esta adicción por otros que aporten aspectos positivos al paciente.
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