Un 54% de las británicas prefiere comer al sexo. Que más de la mitad de las 1.300 mujeres encuestadas haya dado esta respuesta puede tener dos significados, los británicos no lo hacen demasiado bien o la comida británica, es lo suficientemente orgásmica para preferirla.
Más de un tercio de las encuestadas piensan más en las dietas o en la comida que en su novio o marido. Lo más sorprendente es que una de cada diez mujeres ha declarado que se sentiría más culpable por saltarse su dieta y no por engañar a su pareja.
Los datos, llevados a cabo por Atkins, famosa empresa dedicada a las dietas en Gran Bretaña, han dejado asombrados tanto a los de la empresa como a los lectores de Cosmopolitan, revista donde se han publicado tan brutales resultados.
A veces es cierto que a una mujer le puede apetecer más comer algo suculento que tener sexo con su pareja, sobre todo dependiendo de quién sea esa pareja, pero que 54 de cada 100 mujeres prefieran comerse un filete a tener sexo con su compañero/a es algo un tanto alarmante.
Lo mejor para estas mujeres y obviamente para sus parejas es que mezclen la comida y el sexo y ninguno saldrá perdiendo.
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