La presión de la cuerda resulta ser excitante para algunas parejas, la imposibilidad de moverse, el roce o incluso la abrasión producida por la cuerda al desplazarse sobre la piel.
También algunos aseguran que les produce placer que genera el peligro de estar atado, la sensación de impotencia al intentar liberarse, mientras son estimuladas sexualmente por la pareja. Este juego de sumisión no implica necesariamente tener contacto sexual.
Por otra parte el tener la responsabilidad o control sobre el placer sexual del otro implica un placer creativo y estético, de forma activa. Esta práctica sin duda está siendo utilizada por muchas parejas, que afirman le provee además de placer, salir de la rutina.
en Japón se denomina Shibari, con una amplia tradición y de estatus social, la diferencia que tiene el Bondage es que busca sólo apresar a la pareja, como juego erótico, mientras que el shivari forma parte de la tradición japonesa.
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